El noviciado

Al llegar a cualquier grupo que tenga un rato trabajando unido, siempre se tiene que pasar un período difícil de aceptación. A éste suele llamársele noviciado, novatada o el-proceso-que-convierte-a-unos-desconocidos-en-estimados-compañeros-de-trabajo, según el vocabulario de cada quien. He tenido que pasar varias veces por este a veces lento y siempre doloroso proceso. De hecho, cada vez que he llegado a un nuevo trabajo o actividad, me ha tocado pagar el noviciado.

Y de todas las veces que me ha tocado pagarlo, ninguna ha sido peor que las que he tenido que pasar en centros de investigación. Cuando llegué al Cinvestav, era un ingeniero industrial rodeado por científicos (o al menos así se sentían ellos, aunque también fueran ingenieros químicos, físicos o qufos raza-inferior**), por estudiantes de excelencia orgullo de la nación. Así que ni modo, hubo que llegar trabajar y demostrar. Después de un rato, conseguí domesticar a la mayoría, aunque siempre hay gente que no tiene remedio.

Y estoy recordando esto porque al llegar aquí, me encontré nuevamente en la infeliz situación de tener que soportar el rechazo inicial al individuo recién llegado al grupo. En principio, ni siquiera había un lugar para mí en la oficina. Anduve pidiendo con toda cortesía si podía acomodarme en un rincón, a media mesa, a un lado de la tetera o entre la pared, la basura y el piso. Por supuesto, todos los lugares estaban prohibidos. Tras de recibir el completo apoyo de mi asesor (just find a place where you can be), decidí acomodarme al más puro estilo de los paracaidistas de terrenos. Sin decir agua va, un día amanecí entre dos monitores, con mis libros acomodados y la laptop sobre la mesa (con cadena de seguridad, por las dudas).

Así pasaron los días y éstos se hicieron semanas. Llegaba en las mañanas, me sentaba en mi lugar apañado a la malagueña y la gente a mi alrededor se empecinaba en ignorarme. Un día, un profesor japonés que está de visita, se me acercó:

- You are, from,Mexico, right? - con acento y velocidad japoneses.
- Yes...
- I was in Mexico, once. mhmm. In IPN. mhmm.
- Y le gustó, profesor?
- I was there, just, mhmm, for, three weeks. Mhmm.

Y asintiendo como el viejo maestro Jedi (y casi caminando como él), se dio la medio vuelta.

"Al menos, alguien ya me habló" - pensé para mí.

Y ese día todo cambió, se me acercó uno de mis vecinos forzados para decirme que todos los viernes el grupo sale a comer a un restaurante cercano. Manifesté una falsa sorpresa y fui aceptado en el sausage and mash con cerveza de los viernes.

Más tarde, ese mismo día, un francés de apellido impronunciable (Shterenlikht) me dijo:

- Déjame mostrate algo.
Yo puse cara de circunstancias, porque no tenía ni idea de a qué se refería.
- Esta es la página del grupo- siguió él- todos los miembros tienen escriben un breve resumen y yo me encargo de subirlo y administrar el sitio. Prepara tu información y me la das para ponerla ahí, porque ahora formas parte del grupo.

¡¡Dios mío, finalmente el rito de iniciación ha terminado!! Oficialmente formo parte del Stress and Damage Characterization Group, como puede constatarlo mi página personal. Después de sólo un mes de fingida ignorancia, mis ahora estimados compañeros de trabajo me aceptan como uno más. Otro noviciado superado.

Darth Tradd
Opal Gardens
Manchester, UK

** Qufo raza-inferior; mote típico dado a los Químicos farmacobiólogos, dado que no son ingenieros, ni químicos, ni nada en particular.